SINOPSIS: Nina, una joven de 20 años, estudiante de periodismo, debe vaciar la biblioteca de la casa de su abuelo. Entre las páginas de un libro de propaganda nazi encuentra ocho cartas dirigidas a él que la acercarán a un pasado desconocido. Su abuelo escapó del nazismo, pero nunca quiso hablar demasiado de eso...
En ese silencio se entrama una historia dolorosa, enlazada entre amores y escapes de supervivencia. El hoy, el pasado, el inevitable sufrimiento y las pérdidas; el amor, las huidas y la suerte de un nombre prestado que tuerce el destino y permite que vida se imponga.
OPINIÓN PERSONAL: Todo libro que tenga algo de relación con la Segunda Guerra Mundial, siempre lo tengo en cuenta. Aunque este libro haya sido publicado hace tres años originalmente, tuve la oportunidad de leerlo este año, llevándome una grata sorpresa. La autora teje dos historias de una manera tierna y desgarradora a la vez: una protagonista joven que tiene la tarea de limpiar la biblioteca de su abuelo se topa con ocho cartas dirigidas a él, en plena época del nazismo. Pasado y presente chocan con el fin de revelarnos un gran secreto (y es cuando, a partir de este momento, el título cobrará sentido). Un libro que no supera las 180 páginas donde muchos sentimientos resurgirán desde nuestro mas profundo ser. Altamente recomendado.
CALIFICACIÓN: ✭✭✭✭✰
Portada en la edición coleccionista Historias que dejan huellas
FRASES DESTACADAS
"No siempre sobrevivían los mas fuertes, ni los mas inteligentes ni los más ricos; la supervivencia dependía del azar absoluto, de la suerte inexplicable. Aunque muchos dirán que les sirvió ser fuertes o inteligentes o ricos, solo porque no encontraron otra forma de explicárselo."
"Tenía una tarea, entonces. Era importante mantenerse activo, hacer proyectos aunque supieras que nunca los ibas a cumplir, hacer algo. No hablemos de mantener los sueños, esas pavadas sirven para hacer películas, para llenar los cines. Ahí nadie soñaba con arco iris o amores de verano. Soñabas con estar vivo al día siguiente, pero a eso no lo llamábamos soñar. Y yo ahora tenía una misión y la iba a cumplir."
"(...) yo seguía leyendo porque también quería pensar que en algún rincón del planeta había gente que aún seguía haciendo esas cosas."
"¿(...) nunca te diste cuenta de que (...) nadie es, al final de cuentas, quien cree que es?"
"(...) allí, por un momento que fue eternidad, no importaba nada, sino la vida."
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