RESEÑA: Buenos Aires, 1996. La ciudad ha quedado sumida en el caos y en la violencia, y todo por culpa de una misteriosa niebla violeta. Una niebla que merodea las calles y susurra a oscuras, volviendo loca a la gente. Pero entonces un grupo de vigilantes, los centinelas, se alza en medio de la noche intentando detenerla. Rafael Machado, un adolescente rebelde y sin rumbo en la vida, despierta lo que ellos tanto necesitan y por eso se les une, cambiando así su existencia para siempre.
Una novela de terror fantástico, con diálogos fluidos y descripciones inquietantes. Su atmósfera lúgubre mantendrá tenso al lector pero también lo emocionará, descubriendo a personajes entrañables y sobre todo, a un ideal de justicia muy ingrato...
OPINIÓN PERSONAL: Sinceramente, no sabía que esperar de este libro. Al parecer, el autor supo contactar muy bien a sus primeros reseñadores porque si bien el género de este libro no es de mis favoritos, lo disfruté como tal. Aunque fue publicado originalmente el año pasado, tuve la suerte de acceder a este libro el mes pasado.
Dividido en dos partes, conformado por 13 capítulos (excluyendo el prólogo y el epílogo), la historia se centra en la vida no tan feliz de Rafael Machado, un adolescente de 16 años que, luego de un altercado, su rumbo girará 180° y se verá metido en una misión (del cual el título cobrará sentido) que ni él lo puede creer, al menos al principio, hasta que las cosas se vayan poniendo feas.
A pesar de la falta de una revisión, es un libro indie con léxico argentino que se disfruta y se lee rápido, siendo la primera parte de una futura trilogía, aunque tranquilamente funciona como autoconclusivo (¡¡¡apoyemos a los lectores nacionales independientes!!!).
Y por último, pero no menos importante, agradecer al autor por cederme un ejemplar y realizar esta humilde reseña, ademas de depositar en mi confianza a la hora de hacerlo.
CALIFICACIÓN: ✭✭✭✭✰
Portada original
FRASES DESTACADAS
"Vivimos en un mundo de desavenencias, no dejemos que el sistema destruya nuestras creencias."
"(...) como vos y como yo, tenemos el don y (...). Nuestro objetivo es uno: acabar con la niebla. (...) La niebla es lo peor, es la oscuridad (...), y es la que se está cargando las vidas de esta ciudad. Ahora se está expandiendo, cada vez más, y si no hacemos algo para detenerla... va a llegar a un punto donde va a estar por todas partes, se va a adueñar de la noche, y cuando eso pase la gente ni va a poder salir de sus casas, si es que quiere seguir con vida..."
"(...) cuando alguien muere se convierte en estrella, y que desde ahí arriba cuida para siempre a sus seres queridos..."
"(...) Lamentablemente, en la vida hay mucha de esa gente, muchas malas influencias, muchas "serpientes", pero lo importante es aprender a dejarlas de lado y sobre todo, hacernos valorar.
-¿Puedo agregar una cosita? (...) La serpiente, además de representar la envidia y las malas influencias, (...) también representa la droga.
(...)
-Sí, la droga misma es la envidia. Es eso que los corrompe, que hace que malgasten su presente y su futuro. La droga es mala, lo único que quiere es apagar la luz que tienen adentro, como la serpiente a la luciérnaga."
"(...) la luz no tiene dueña, porque la luz solo ilumina, e iluminará por siempre hasta acabar con las tinieblas."
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