Reseña: "Desorden púbico. Una plegaria punk por la libertad de expresión" de Pussy Riot

SINOPSIS: La tortuosa (y a menudo ridícula) historia de la blasfemia alcanzó cotas sublimes (es decir, grotescas) el día en que cinco sediciosas uniformadas con medias, chaquetas y peinados intolerables traspasaron las puertas de una catedral moscovita con el propósito de cantar sus discrepancias en el altar de la ortodoxia. Allí blandieron guitarras y allí (dónde si no) toparon con la Iglesia, cuyo brazo secular se abatió sobre ellas con todo el peso de la ley (que es mucho) para aplastarlas antes de que pudiesen entonar la segunda estrofa.

El gran vicario Putin se puso, como suele, los calzones y enarbolando la razón de Estado decidió apagar la música a toque de corneta (con la inestimable colaboración, naturalmente, de ese poder que llaman judicial): tres de las insurgentes detenidas in situ fueron acusadas de horribles delitos y las dos más contumaces siguen purgando su osadía en una cárcel esteparia.

Pero el segundo mandamiento es inmisericorde, y la autoridad competente que había pronunciado el nombre de Dios en vano halló en su pecado la penitencia: un inmenso coro de voces consternadas clamó de profundis para afearle su conducta. Por mucho que oculten las orejas en cumbres lejanas (e internacionales), los popes y sus centuriones no consiguen desoír el estruendo.

Ese alboroto es este libro. Aquí se reúnen canciones, poemas, artículos y otros textos significativos de las vulvas sublevadas junto con las turbulencias aportadas por personajes tan ilustres como Yoko Ono, Bianca Jagger o Vivian Goldman. Se trata de un material heterogéneo que nos proporciona la estampa de una batalla contemporánea en defensa de las libertades civiles. La guerra no ha terminado y también se libra en nuestras páginas.

OPINIÓN PERSONAL: Aunque haya pasado una década de los hechos narrados en este libro, me impacta que siga siendo actual ¿Ha cambiado el país ante ciertas medidas? Teniendo como punto de arranque su performance en la fachada de una de las iglesias mas reconocidas de Rusia, provocando el desconcierto de la gente que estaba presente y la detención por parte de la policía, este libro se estructura de manera epistolar entre cartas y testimonios, con el objetivo de la pronta liberación de la comunidad punk llamada Pussy Riot y dejar un claro mensaje a los ciudadanos, sin saber la repercusión mundial que tendría este acto.

Pero para entender esto hay que desglosar y entender el contexto del país. En primer lugar, no es menor que esta comunidad esté íntegramente conformada por mujeres, debido al gobierno conservador en el que viven. Segundo, sus letras buscan despertar a una sociedad alienada por los medios, imposibilitando tomar acciones por cuenta propia. Una de las críticas más fuertes que hicieron es la de separar a la iglesia del estado ya que ambas jamás deben actuar juntas. Y si aun tienen dudas de si leerlo o no, los invito a leer mis frases destacadas al final de esta reseña.

Una obra para reflexionar sobre la libertad de expresión en un mundo que te quiere callar y ser un igual. ¿Cómo opinar cuando la censura parece estar a la vuelta de la esquina? El cambio empieza por uno, a pesar de los obstáculos a sortear, para que luego se vean los resultados.

Y por último, pero no menos importante, agradecer a la editorial por el ejemplar.

CALIFICACIÓN: ✭✭✭✭✰

Portada en español, bajo el sello MALPASO

FRASES DESTACADAS

"Los filósofos no deberían limitarse a describir el mundo; tendrían que cambiarlo. La felicidad es vivir en la virtud. Yo soy feliz (...) algunas veces."

"(...) la creatividad es la piedra angular, el principio activo de la era de la libertad. El amor se transformará en libertad y así cambiará el mundo. Y ese proceso ya está en marcha."

"¡Muerte a la cárcel, viva la protesta!"

"La Iglesia se está convirtiendo en una institución del Estado, mientras que la Constitución, que es una ley básica, no deja de transformarse en un monumento. Un monumento que se levanta sobre las tumbas de la ley, la justicia y los derechos humanos, elementos que han sido objeto de las burlas más ofensivas, (...)"

"El feminismo no es un insulto blasfemo, como algunas personas parecen pensar. El feminismo es una ideología, y sus creyentes tienen absolutamente los mismos derechos que los creyentes de la ortodoxia rusa o del judaísmo o del comunismo. Absolutamente los mismos derechos, siempre que respeten el orden constitucional."

"La pasión, la honestidad absoluta y la ingenuidad están por encima de la hipocresía, de la mendacidad y de la falsa modestia que se suelen usar para enmascarar un delito."

"Los caminos de la verdad siempre triunfan sobre los caminos del engaño, de las tretas y de la mentira. Día a día, la verdad crece y va ganando terreno, (...)"

"Es muy fácil degradar y destruir a la gente que se muestra tan abierta, pero «cuando soy débil, entonces soy fuerte."

"Respetamos la religión en general y la fe ortodoxa en particular. De ahí que nos enfurezca sobremanera que la filosofía cristiana, que está llena de luz, se utilice de un modo tan sucio. Es repugnante ver cómo están degradando unas ideas tan hermosas."

"(...) lo único de lo que pueden despojarme es de una «supuesta» libertad, (...). Pero nadie podrá arrebatarme mi libertad interior: esa vive en la palabra, y seguirá viviendo gracias a la sinceridad cuando miles de personas lean y oigan esto. Esa libertad seguirá viviendo en todas las personas que no sean indiferentes, en todas las que nos oigan en este país. (...) Ansío la verdad. Y estos son los elementos que nos harán a todos un poco más libres. Algún día seremos testigos de ello."

"Si nos arrebatan la libertad de expresión, nos conducirán, mudos y silenciosos, como a ovejas al matadero"

" Y es en eso en lo que se basan los gobiernos, la historia, la religión y la ideología: en la oración imperial de los hombres, que siempre se recitará en público y en privado, y ese poder se transmitirá de padres a hijos y todo el mundo será testigo de esa exhibición y alabanza en todos los palacios del poder, sobre todo en las iglesias. "

"El humor es siempre una señal reveladora de inteligencia flexible, de unas capacidades intactas de pensamiento crítico y, más aún, de creatividad y de imaginación. Casi nada enfurece y aterroriza más al poder autoritario que la irreverencia y la gracia. Los gobernantes psicópatas son astutos e ingeniosos cuando se trata de dominio y de tortura, pero carecen de humor y están intelectualmente limitados; su principal característica es la paranoia y, por supuesto, la cobardía, y nada les asusta más que lo impredecible y la pérdida de control, en especial sobre el lenguaje, la principal arma para ejercer ese control."