Reseña: "Mambrú perdió la guerra" de Irene Vasco

SINOPSIS: Ésta es la historia de un niño que se enfrenta a la momentánea desaparición de sus padres. Ante esta situación, pronto se ve en la necesidad de refugiarse en una cabaña en la que vive los momentos más angustiosos de su vida. Aunque lo acompaña su perro Mambrú, amigo y guardián, su vida corre peligro y tendrá que tomar una difícil decisión.

OPINIÓN PERSONAL: Si bien el título puede ser un juego de palabras que remite a la canción infantil, la historia tiene un trasfondo que nos atraviesa como Latinoamerica unida.

La autora lo encara desde la corrupción política, pero también puede ser visto desde el punto de vista de la Dictadura y los hechos violentos que acarrearon con las desapariciones dejando a miles de familias destruidas, separadas de sus seres queridos. 

Sí, es un libro fuerte, no lo voy a negar, contado desde la perspectiva de Emiliano, un niño que se ve obligado a abandonar su hogar para irse a vivir con su abuela, lejos de todo lo que más quiere. Su único amigo, un perro que lo adopta como suyo ya que es inseparable y muy fiel.

En menos de 100 páginas, acompañado por ilustraciones del argentino Daniel Rabanal, la supervivencia, la poca información brindada hacia al protagonista y el enfrentamiento cara a cara con la cruda realidad nos demuestra hasta dónde podemos lastimar si ocultamos la verdad, sin importar la edad de las víctimas, quienes padecen una carga que, en este caso, no les corresponde asumir.

Y por último, pero no por eso menos importante, agradecer a la editorial por el ejemplar.

CALIFICACIÓN: ✭✭✭✭✰

Portada original

FRASES DESTACADAS

"Con o sin defecto, quiero mucho a mi perro. Es mi compañero y le perdono todo. Nunca me deja solo."

"¡Quién iba a creer que una biblioteca sea ahora mi lugar favorito! Pues sí, así es. Aquí puedo conectarme con el resto del mundo."

"-Pues fíjate (...) que no aguanto más este encierro, estas prevenciones. Si me van a matar, ¡pues que me maten! Y eso de que éstos no son tiempos para salir de noche no te creo por nada. ¡Qué tiempos ni  qué tiempos! Tu tiempo ya pasó; ahora es el mío y no lo voy a desperdiciar encerrado en esta casa vieja. tengo que vivir, y si no te parece bien, pues lo siento. (...) No quiero quedarme atrapado (...) para siempre."

"Basta de preocuparme por lo que viene. Por lo pronto no quiero saber. Cada cosa en su debido momento."