SINOPSIS: Any vive con su mamá y su hermano Juanjo. Cursa el último año de la escuela secundaria. Es callada, poco sociable, prefiere el silencio. Tal vez algo más desde que su papá murió. No hace mucho conoció a Sonia, una inesperada vecina, que ocupó la casa de abajo a la suya. Sin embargo, un día, Sonia se fue con la misma rapidez con la que había llegado. Any necesita encontrarla, necesita saber que ella estaba allí, que las cosas que le dijo, las cosas que la hicieron sentir bien son ciertas, que suceden. Junto a Ita y a Juanjo va a buscar a Sonia, va a tratar de entender los sueños que, tal vez, no sean sueños, va a buscarse a sí misma como quien persigue algo imposible: como quien puede ver los colores de lo invisible.
OPINIÓN PERSONAL: Cómo no sabría donde catalogarlo diría que es un libro experimental, porque tiene un poco de misterio, suspenso, policial y hasta de fantasía pero ninguno en su totalidad. La autora creó una atmósfera mística sumamente atrapante, aunque la prosa... ¡DIOS MIO! Es un dolor de cabeza. Demasiados párrafos descriptivos, cuyos personajes son de poco hablar y cada uno están con sus mambos.
En primer lugar, para ir comprendiendo mejor, los protagonistas son Analía, su hermano Juan José y su amiga Isabel. La novela va avanzando a medida que se intercalan sus perspectivas, mientras nos sumergimos en un mundo entre lo onírico y lo esotérico, de manera introspectiva.
En segundo lugar, destaco los elementos que tuvo en cuenta para mostrarnos una historia sobrenatural entre lo mundano. Sin embargo, creo que falló que los capítulos (en su gran mayoría) sean extensos, típico de las obras antiguas o dirigidas a un target adulto (desconozco si esta decisión fue por parte de Agus o de la editorial), sumado a que la resolución (si sos buen observador) se revela antes de tiempo, cuya magia del clímax decae, provocando un epílogo cuasi forzado para que sea abierto.
En fin, una obra donde podemos sacar múltiples interpretaciones, sin necesidad de mimetizarnos con los personajes, y que en cada relectura podemos descubrir algo nuevo.
Por último, pero no menos importante, agradecer a Vestales por el ejemplar.
En primer lugar, para ir comprendiendo mejor, los protagonistas son Analía, su hermano Juan José y su amiga Isabel. La novela va avanzando a medida que se intercalan sus perspectivas, mientras nos sumergimos en un mundo entre lo onírico y lo esotérico, de manera introspectiva.
En segundo lugar, destaco los elementos que tuvo en cuenta para mostrarnos una historia sobrenatural entre lo mundano. Sin embargo, creo que falló que los capítulos (en su gran mayoría) sean extensos, típico de las obras antiguas o dirigidas a un target adulto (desconozco si esta decisión fue por parte de Agus o de la editorial), sumado a que la resolución (si sos buen observador) se revela antes de tiempo, cuya magia del clímax decae, provocando un epílogo cuasi forzado para que sea abierto.
En fin, una obra donde podemos sacar múltiples interpretaciones, sin necesidad de mimetizarnos con los personajes, y que en cada relectura podemos descubrir algo nuevo.
Por último, pero no menos importante, agradecer a Vestales por el ejemplar.
CALIFICACIÓN: ✭✭✭✰✰
Portada original, bajo el sello VESTALES
FRASES DESTACADAS
"No hay siglas que puedan definirme porque simplemente (...) me gusta hablar cuando hay algo interesante para decir. Me gusta más escuchar y observar."
"Hay algo de misterio en el silencio y eso me gusta. Sin ruido alrededor, uno camina más atento y a la espera de que algo suceda. A (...) la mayoría, el silencio le da miedo. Por eso la gente habla tanto y se contamina de ruidos, (...)."
"-(...) a lo largo de tu vida vas a encontrarte con distintos objetos, o personas, o situaciones que pueden decirte o marcarte un camino. Pero solo vos vas a decidir para dónde ir."
"Saber no es entender. Se toma conciencia con la experiencia. Sabía que la muerte existía y, sin embargo, (...) nadie puede entender lo que me pasa."
"-La muerte es como el sol (...): cuesta mirarla de frente."
"¿Por qué la muerte duele?
La muerte.
tantas veces me hice esa pregunta. La muerte es tan solo un instante, y no duele. Al contrario, debe de ser aliviadora. (...) La muerte fue paz, fue el fin del dolor así que la muerte no es lo que duele, sino la ausencia de vida. La muerte es presente, es instante. Lo que duele es el pasado, el recuerdo, el saber que hay cosas que no se pueden recupera. Duele lo perdido.
Y el futuro. Duele lo que ya no va a ser."
La muerte.
tantas veces me hice esa pregunta. La muerte es tan solo un instante, y no duele. Al contrario, debe de ser aliviadora. (...) La muerte fue paz, fue el fin del dolor así que la muerte no es lo que duele, sino la ausencia de vida. La muerte es presente, es instante. Lo que duele es el pasado, el recuerdo, el saber que hay cosas que no se pueden recupera. Duele lo perdido.
Y el futuro. Duele lo que ya no va a ser."
"Un buen libro no es plano, tiene capas. Es un pasaje. Es una puerta, me dijo, es varios mundos. Y siempre hay más de una voz. Escuchalas (...). Fijate fuera de los márgenes. Como en la fotografía, a veces es más interesante lo que está fuera de la imagen, esa otra cosa que no se ve, pero que el fotografiado y el fotógrafo sí ven. Fijate, en una foto o en un cuadro, hacia dónde va la mirada. Ahí, fuera de la imagen, más allá de los bordes, siempre hay algo. Como una sombra. Siempre hay sombras."
"Existe un momento, lo sé, en que uno se guarda algo para sí. El secreto del secreto. Eso puedo perdonarlo. Eso sería algo así como entrar a la intimidad. Como el cuarto privado que cada uno tiene que tener adentro. O más que cuarto debería ser una caja. Todos tenemos una caja con cosas o palabras o emociones, lugares, olores, ¿qué más se puede poner en esa caja? Miedos, obvio. ¿Quién no tiene un miedo escondido y no confesado? No sé cuándo exactamente empieza a ser necesario no decirlo todo, que algunos actos o pensamientos queden en un lugar oculto, como si no hubieran existido o como si fueran invisibles."
"-Todas las mañanas (...), me visto para el paraíso. (...) Así debería vivir uno la vida, como si cada día fuera a terminar en la eternidad."
"Me cansé. Soy un desecho humano. No, soy una oreja y como solo soy oreja entonces soy deforme e incompleta. (...) escucha, (...) entiende, (...) acompaña, pone el hombro, pero (...) no recibe nada a cambio. Nadie me entiende, nadie me pregunta cómo estoy, qué quiero, qué necesito."
"(...) el hecho de descubrir quién sos. Y eso, te rompe la cabeza."
"No todos los momentos tienen tiempo. El momento es uno, (...)"
"-Todas las mañanas (...), me visto para el paraíso. (...) Así debería vivir uno la vida, como si cada día fuera a terminar en la eternidad."
"Me cansé. Soy un desecho humano. No, soy una oreja y como solo soy oreja entonces soy deforme e incompleta. (...) escucha, (...) entiende, (...) acompaña, pone el hombro, pero (...) no recibe nada a cambio. Nadie me entiende, nadie me pregunta cómo estoy, qué quiero, qué necesito."
"(...) el hecho de descubrir quién sos. Y eso, te rompe la cabeza."
"No todos los momentos tienen tiempo. El momento es uno, (...)"
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