SINOPSIS: ¿Cómo reaccionar ante la indiferencia del hombre frente a los avisos del planeta de que el mundo está a punto de estallar? El profesor Zeno Hintermeier decide dejar su cátedra y embarcarse rumbo a la Antártida argentina, ansiando encontrar en el último rincón natural del planeta el silencio cargado de verdad que tanto anhela. Pero allí seguirá siendo un excéntrico incomprendido, un lunático obsesivo, un activista peligroso y, sobre todo, un hombre solo, más aislado aún que los icebergs que con tanto afán intenta preservar. Tal vez deba ir todavía un poco más lejos.
OPINIÓN PERSONAL: Para empezar, no estaba en mis planes, pero la trama ambientalista me llamaba la atención. Sin embargo, el resultado no fue el esperado.
Ante un prólogo cuasi informativo de Jorge Riechmann sobre el cuidado del medio ambiente, entre otros detalles, la historia se centra en el viaje de nuestro protagonista hacia el polo sur debido a un deseo que sostiene desde que era chico aunque un incidente lo eche todo a perder, incluso su cordura.
A lo largo de 12 capítulos, la novela se intercala con conversaciones que transcurren en el presente mientras la travesía sería el pasado hasta llegar al punto que ambas tramas se conectan. Todo resaltado con dos tamaños de fuente distintas.
Sinceramente, siento que son de esos libros en el que hay una buena idea cuya ejecución no es llevada a buen puerto. Se plasma la realidad que viven algunos, no lo voy a negar. Tuve problemas con la prosa por ser demasiada descriptiva, hasta incluso innecesaria en ciertos aspectos. Su extensión en total no exceden las 200 páginas, en cambio su lectura requiere otro tipo de ritmo.
Y por último, pero no menos importante, agradecer al plan municipal de lectura San Martín Lee por la realización de dicho sorteo en el cual gané un ejemplar para poder traerles esta humilde reseña.
CALIFICACIÓN: ✭✭✭✰✰
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Portada en español, bajo el sello INTERZONA |
FRASES DESTACADAS
"No hay peor pesadilla que no poder salvarse ni siquiera estando despierto."
"Está escrito.
Buscamos consuelo en frases degradantes como ésta. Nada está escrito; es escrito. Por cada uno de nosotros."
"Hay momentos en los que, de buen grado o por fuerza, uno tiene que reír si no quiere perder el lenguaje común."
"Si todas las personas fueran como vos (...) algunas cosas mejorarían, pero otras empeorarían. (...) Seguro que tiene su lado bueno, solo que todavía no lo he descubierto. Hay que resignarse a la realidad (...)"
"¿Por qué todo lo que hacemos deja una impronta (...), por qué no podemos planear por el instante sin dejar rastro, como los pájaros por el aire?"
"Si hasta los especialistas se ven sorprendidos por la velocidad de las pérdidas, ¿quién puede ejercer todavía una intervención salvadora, cuya opinión aún sea importante, cuando todos los demás escuchen la jodida voz de su comodidad?"
"-¿Por qué le gusta tanto el hielo (...)?
-Por su diversidad.
¿Puede explicárnoslo más detenidamente?
-Lo más bello del mundo es la diversidad.
-Sí, claro, a todos nos gusta la diversidad, pero, ¿en el hielo?
-No hay nada más variado que el hielo. Un cuerpo sólido que alberga gas y agua.
-Igual que las personas."
"¿No cree usted que un amor demasiado grande por la naturaleza conduce inevitablemente a la violencia contra las personas? Al contrario, el escaso amor por la naturaleza es lo que conduce a la violencia, también contra las personas. ¿Equipara usted a animales y personas? Tienen el mismo valor. ¿No es la persona un ente superior? No que yo sepa."
"¿Tenés miedo al infierno? (...)
-El infierno no es un lugar, (...) el infierno es la suma de nuestras omisiones. (...) La comprensión, la comprensión tardía, demasiado tardía, de que uno no ha hecho nada cuando hubiera podido hacerlo, cuando hubiera tenido que hacerlo, eso es el infierno. De él no hay escape."
"El individuo es un enigma, unos miles de millones de personas organizadas en un sistema parasitario son una catástrofe. Estoy harto de ser hombre en estas circunstancias.
(...) Antes creía que tenía que defenderme de la misantropía latente, hoy comprendo claramente que tenemos que derribar de su pedestal al ser humano para salvarlo. ¿Qué importa si está ciego, envuelto en tinieblas, es sordo u obtuso? Solo se le puede despertar sobresaltándolo, con un gran golpe."